Campo de exterminio del Sisal, en Azua

LA DICTADURA DE TRUJILLO. Periodo del 1950 al 1958
February 21, 2017
Empresas azucareras
February 21, 2017

En 1950, justamente cuando crecía en todo el mundo el uso del sisal para la producción de fibras utilizadas en la fabricación de sacos y cordeleros para envasar productos agrícolas, como el arroz, habichuela, soya, etc., el dictador Trujillo se adueño por la fuerza de varias grandes fincas en Pueblo Viejo, provincia de Azua, para dedicarlas a la siembra de esa planta, oriunda de Yucatán, México, mejor conocida como “cabuya”.

En aquellos terrenos robados a terratenientes azuanos, Trujillo creó una gran hacienda que envolvía miles de tareas (cerca de 120 kilómetros cuadrados) y la situó bajo una administración militar, en principio dirigida por el entonces coronel Arturo Espaillat, entre 1951 y 1952, y más tarde por el también coronel, José María Alcántara.

Como parte del negocio, en 1951 el dictador instaló la empresa “Sacos y Cordeleros, C x A” para el procesamiento industrial del sisal, y además, mediante decreto, creó la Dirección de Fomento y Cultivo del Sisal, cuyos oficinas e instalaciones fueron inauguradas el 25 de octubre de 1952.

Como los salarios ofrecidos por el dictador para las labores en esa hacienda eran muy bajos, muy pocos campesinos se inclinaron por trabajar allí, y además, Azua era una provincia poco poblada. Por ese motivo el dictador ordenó a sus administradores militares el apresamiento de campesinos por centenares, y también, el envío al trabajo forzado en esa hacienda de decenas de presos políticos considerados “enemigos del gobierno”.

En poco tiempo, esa gran hacienda “propiedad” del dictador dedicada al cultivo del sisal, debido del tratamiento brutal que recibían allí los infelices que eran apresados y los presos políticos sometidos al trabajo forzado sin paga de salarios, se convirtió en un verdadero campo de exterminio, donde perdieron la vida centenares de dominicanos. Se estima que cerca de mil presos trabajaban allí permanentemente, muchos de los cuales morían de hambre, las enfermedades y los maltratos. Los que se resistían eran fusilados.

En esas labores criminales se distinguieron, el coronel José María Alcántara y su ayudante, el también coronel Edigen Nin, ambos con largos historiales criminales dentro del ejército. Particularmente Alcántara, nacido en Sabana Mula, San Juan de la Maguana, hijo de José Ramón Alcántara y María de Regla Contreras, con anterioridad a su llegada a la administración de esta finca, había participado en muchos crímenes de la dictadura.

En 1950, por ejemplo, junto al general Federico Fiallo, participó en la emboscada, secuestro y asesinato de Porfirio Ernesto Ramírez, alias Prim, hermano del exiliado Miguel Angel Alcántara, quien alcanzó el grado de general en 1948 en la Guerra de Liberación de Costa Rica que llevó al poder en ese país a José Figueres, enemigo de Trujillo. (Para más información véase: Listín Diario, 7 de julio, 1967; Diario Libre, 10 de abril de 2010).

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