2da. Intervención Militar de Estados Unidos

Antecedentes
February 18, 2017
Dictadura Militar Norteamericana.1916/1924
February 19, 2017
Soldados pertenecientes al ejército norteamericano mientras descansaban en las inmediaciones de

Estados Unidos, entró en una primera fase de aguda competencia con Inglaterra, Alemania y Francia, por la dominación de nuestro continente, arremetiendo con una embestida de sus capitales en América Central y el Caribe.

Esa etapa expansionista norteamericana entró en un proceso de aceleración en la medida en que los tambores belicistas europeos anunciaron el comienzo de la 1ra. Guerra Mundial, conflicto que envolvió a las grandes potencias del viejo continente en la más catastrófica y sangrienta experiencia bélica registrada hasta ese momento en el mundo, cuyo motivo subyacente lo era el lograr un nuevo repartimiento de las riquezas del mundo colonial y neocolonial.

La Primera Guerra Mundial por sus consecuencias inmediatas en la producción agrícola europea, particularmente por las devastaciones sufridas en los cultivos de la remolacha, materia primera de su producción azucarera, convirtió a las Antillas, y particularmente a la República Dominicana y sus fértiles llanuras aptas para el cultivo de la caña de azúcar, en una presa de incalculable valor para los capitalistas norteamericanos, que ya a principios del siglo XIX, habían iniciado sus incursiones en esos negocios con la compra y fundación de varios ingenios

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Si bien ese fue un motivo clave para la intervención militar, hay que señalar que también contribuyeron a facilitar esa intervención militar la cuantiosa deuda que varios gobiernos dominicanos habían contraído desde finales del siglo XIX con importantes empresas financieras agiotistas de aquel país, y la Convención Dominico-Americana firmada en 1907 durante el régimen de Cáceres, acuerdo que entregó la administración de nuestras aduanas al gobierno norteamericano, para garantizar el pago de esa deuda. También facilitó el camino de esa intervención el conflicto político desatado en abril de 1916, entre el presidente de la República, Juan Isidro Jimenes, por un lado, y por el otro, el Ministro de Guerra, Desiderio Arias, quien ganó el apoyo del Congreso de la República, creando una situación que amenazaba con la destitución del primer mandatario y el asomo de choques armados.

Ese conflicto sirvió de excusa para el envío al puerto de Santo Domingo, en mayo de ese mismo año, de cinco buques de guerra norteamericanos, y otros que le siguieron a los puertos de San Pedro de Macorís, Puerto Plata y Montecristi, supuestamente para apoyar al presidente Jimenes.

El presidente rechazó el apoyo ofrecido por los norteamericanos y presentó su renuncia, para evitar que una confrontación armada, según expresó en un discurso de despedida, sirviera de pretexto para que Estados Unidos ocuparan militarmente el país.

El Congreso de la República poco después, designó a un presidente interino, el Dr. Francisco Henríquez y Carvajal, pero las tropas extranjeras que ocupaban ya las principales dependencias administrativas, además de las aduanas, principal fuente de ingreso del gobierno, exigieron al nuevo presidente el total control financiero de la nación y el control de las fuerzas armadas que pasarían a ser comandadas por oficiales norteamericanos; demanda que el Dr. Henríquez rechazó.

Ese rechazo del Dr. Henríquez a la propuesta de Estados Unidos fue respondida con una proclama firmada por el capitán H. S. Knapp, comandante de la fuerza crucero del Atlántico, situando a la República Dominicana en “estado de ocupación militar”, sometida a un gobierno militar y al “ejercito de la ley militar”.

La proclama del capitán Knapp justificaba la ocupación militar debido a supuestas violaciones a la convención dominico-americana de 1907, al clima de confrontación creado entre el presidente Jimenes y su Ministro de Guerra, Desiderio Arias, que, según expresaba el documento, perturbó “la tranquilidad doméstica”, atribuyéndose el derecho a “garantizar el mantenimiento de la paz”.

En ese orden, la proclama señalaba: “Esta ocupación militar no es emprendida con ningún propósito, ni inmediatamente ni ulterior, de destruir la soberanía de la República Dominicana, sino al contrario, es la intención de ayudar a este país a volver a una condición de orden interno, que lo habilitará para cumplir las provisiones de la Convención citada, y con las obligaciones, que le corresponde como miembro de familia de naciones”.

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