La Conspiración Militar del coronel Leoncio Blanco, del coronel Ramón Vásquez Rivera y del capitán Aníbal Vallejo.

Expedición de Mariel, 1932.
February 20, 2017
La cárcel de Nigua
February 20, 2017

Esta primera acción estalló en el propio ejército, donde el deterioro de las condiciones materiales de vida de los soldados se sentía, pues fueron afectados, incluso, con varias reducciones salariales y con recortes de privilegios. La encabezaron el coronel Leoncio Blanco, el capitán Aníbal Vallejo y el coronel Vásquez Rivera, quienes lograron unir a sus planes más de 400 conjurados entre rasos y oficiales, con el propósito de dar al traste con el ya temido régimen de Trujillo.

El coronel Blanco y su grupo iniciaron la organización de su conspiración poco después de la caída en Cuba del dictador Machado. El derrocamiento de Gerardo Machado generó en nuestro país un ambiente de aliento y de esperanza en la oposición que se filtró hasta el seno del propio ejército, donde habían ingresado como oficiales y colaboradores un conjunto bastante numeroso de esbirros que huyeron en el mismo avión del déspota cubano.

Encabezaba la lista el “Chacal de Oriente”, Arsenio Ortiz, un oficial del ejército de Cuba especializado en el crimen y la tortura, mano derecha de la dictadura de Machado. La presencia de Machado en la República Dominicana originó fuertes tensiones en las relaciones entre nuestra nación y Cuba pues Trujillo se negó a extraditarlo a su país.

Para agravar más la situación, la radio y la prensa cubana, en plena euforia revolucionaria, iniciaron en aquel momento toda una campaña de denuncia contra Trujillo, mientras por órdenes de Guiteras se brindaba protección y asistencia a centenares de exiliados dominicanos que desde diferentes puntos del Caribe comenzaron a arribar a esa isla antillana.

Todos estos hechos, además de la extraordinaria situación de crisis económica social en que vivía el país en aquel entonces, fueron el caldo de cultivo que favoreció el surgimiento de la conspiración dirigida por el coronel Leoncio Blanco, el capitán Aníbal Vallejo y el coronel Vásquez Rivera. El proyecto del coronel Blanco contó con el apoyo y solidaridad de prestigiosos profesionales e intelectuales, como lo eran el Dr. Eduardo Vicioso y el Lic. José Selig Hernández.

Leoncio Blanco ingreso en el ejército durante la ocupación militar norteamericana. En el régimen de Vásquez fue ascendido a mayor y al final del mismo gobierno a coronel. Se encontraba como jefe del ejército en Barahona en 1930 cuando estalló en Santiago, en febrero de ese año, el “Movimiento Cívico” que dirigió el Dr. Estrella Ureña que organizó el golpe militar que originó la caída del presidente Vásquez y al mismo tiempo, la dictadura de Trujillo, acción que apoyó.

Poco después, desencantado con el clima de terror que inauguró el más tarde “Benefactor de la Patria”, efectuó contactos con los opositores a ese régimen. En esa dirección en 1934 se unieron a Leoncio Blanco el también coronel Vásquez Rivera, el capitán Aníbal Vallejo, quienes también tenían esos mismos criterios, con el propósito de apoyar un movimiento político originado en Santiago que trató de derribar la dictadura para impedir en 1934 la reelección de Trujillo.

Descubierta la conspiración, el coronel Blanco fue apresado junto a Vásquez Rivera, el capitán Vallejo y decenas de civiles participantes en la conspiración de Santiago.

El coronel Blanco fue encontrado culpeble de conspirar contra el gobierno de Trujillo por Junta Militar Investigadora encabezada por el general Federico Fiallo y los coroneles Leyba Pou y Joaquín Cocco y fue enviado junto a Vasquez Rivera y Vallejo, al centro de exterminio conocido como la cárcel de Nigua, donde fue sometido a terribles torturas y asesinado poco después. Su cadáver permaneció en su celda durante varios días en estado de descomposición como escarmiento a los demás presos políticos.

En el caso de Vasquez Rivera, de origen puertorriqueño, ingresó a las fuerzas militares durante la 1ra. Intervención Militar Norteamericana y alcanzó el rango de coronel durante el gobierno de Horacio Vásquez, tambien apoyó el golpe militar que dirigieron contra este último Estrella Ureña y Trujillo en 1930.

Al año siguiente participó en el descubrimiento de un complot contra la tiranía, hecho que determinó la caída del general Simón Díaz, quien fue puesto en retiro y luego detenido y encarcelado de manera humillante.

Dos años más tarde Vásquez Rivera fue expulsado del ejército y encarcelado bajo la acusación de mostrar simpatías con la oposición al régimen y tener conocimiento, y guardar silencio, de una conspiración organizada en 1934 para impedir la reelección de Trujillo. Vásquez Rivera fue condenado a cinco años de prisión. Puesto en libertad años después, como su compañero Leoncio Blanco murió asesinado por órdenes de Trujillo en 1940.

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