“MASACRE HAITIANA, 1937”

“La preservación de nuestro patrimonio es posible, aún en las circunstancias más extremas”. La frase es de la Directora General del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), Luisa De Peña Díaz, al referirse al rescate y conservación del mural sobre el genocidio haitiano de 1937, una iniciativa de la institución que busca que se recuerde uno de los crímenes más abominables cometidos por la dictadura trujillista.

Para De Peña Díaz “no existe justificación para la destrucción sistemática que ha habido a lo largo de varias décadas, sobre todo en los últimos años, del patrimonio artístico dominicano en áreas abiertas”.

El mural fue adquirido por la institución hace tres años, y es de la autoría del pintor Ramírez Conde (Condecito) y es el único que existe en el país sobre el genocidio haitiano.

El proceso de adquisición y posterior traslado al Museo fue largo y tedioso, narra De Peña Díaz, debido al gran tamaño de la pieza, por lo que para no dañar la obra hubo que trasladar la pared completa donde estaba plasmada, labor que fue realizada por un equipo de especialistas compuesto por ingenieros, arquitectos y técnicos, con la asesoría de la experta en conservación, Hilda Abreu.

“Se adquirió el mural, se protegió y finalmente, un poco más de dos años después logramos trasladarlo para que forme parte de la colección artística del Museo sobre el tema”, afirmó.

Entiende que el genocidio haitiano fue un hecho y como sociedad “nosotros tenemos que afrontarlo y seguir adelante. Las sociedades no progresan si no afrontan los crímenes sociales que han tenido.

Para la especialista en museografía, las sociedades tienen que revisar su pasado y aprender de él. Entiende que el genocidio es el crimen que cambia la cara a la dictadura, ya que de ser una simple dictadura autoritaria se convierte en una dictadura totalitaria.

Califica de irracional que al día de hoy se pretenda negar el asesinato masivo de seres humanos, solo por su condición de ser negros. Dónde estaba situado

El mural estaba situado en la residencia del señor Alberto Cordero, un amigo de Condecito, quien al visitar su taller vio el boceto y le gustó, por lo que le pidió a éste que se lo pintara en la sala de su casa, petición que el artista aceptó.

Sobre el proceso de conservación del mural

En la primera etapa se realizó una limpieza en seco de todo el mural, trabajando cuidadosamente toda la pieza, luego se procedió a rellenar el espacio, labor que se tomó varios días.

Para poder realizar un trabajo más acabado y profesional los especialistas buscaron información con artistas de la época en la que fue pintado el mural, en el año 1974.

El equipo de especialista que trabajó en la conservación de este fresco, como se le llama a este tipo de obra, está compuesto por los dominicanos Hilda Abreu de Uterhmolen y Joel Báez, así como la norteamericana/argentina Viviana Domínguez y el haitiano Joseph Fils Racine. El mural, una obra de los maestros Ramirez Conde (Condesito) y Roberto Flores, es de 1974."

Al ser entrevistada sobre el proceso de restauración y conservación del mural, Viviana Domínguez mostró su satisfacción al trabajar en el proyecto, al indicar que la forma en que fue trasladada la pieza ha sido excelente, ya que no sufrió ningún tipo de daño.

Los fondos

Los recursos para la restauración del mural fueron donados por El Fondo del Embajador para la Preservación Cultural.

El Fondo del Embajador para la Preservación Cultural ofrece subvenciones directas para la preservación de sitios culturales, colecciones y bienes culturales, y las formas tradicionales de expresión cultural en los países en desarrollo en todo el mundo.

El pasado año el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana presentó su proyecto para la restauración y conservación de la obra “Masacre Haitiana, 1937”, y debido a la calidad de la propuesta, le fue concedido el premio.

El Fondo de Embajadores es administrado por el Centro del Patrimonio Cultural de los Estados Unidos y ha apoyado más de 550 proyectos de preservación cultural en más de 100 países desde el 2001. La República Dominicana ha ganado en 5 ocasiones, dos de las cuales fueron proyectos del Museo de la Resistencia y uno de la Casa Museo Hermanas Mirabal.

El genocidio

A principio de octubre de 1937 el dictador Trujillo ordenó a la alta oficialidad del Ejército de la zona fronteriza el inicio de la matanza haitiana en la que al menos 17 mil personas, incluyendo hombres, mujeres y niños de esa nacionalidad que residían en República Dominicana, fueron asesinandas por el régimen. La mayor parte de las víctimas, que también incluían adultos mayores, que fueron ultimadas mediante el uso de machetes, puñales y bayonetas, residìan en la zona fronteriza y algunos de ellos en pueblos del Cibao como Moca, Puerto Plata, Santiago, Monte Cristi y algunos campos de Barahona, en la región Sur.

En la acción, conocida en aquella época como “El Corte”, en alusión al corte de cabeza, además del Ejército de la zona, participaron encarcelados criminales que también mataron a centenares de campesinos de color residentes en los lugares afectados. Acuerdo

Un acuerdo entre República Dominicana y Haití, con la mediación de Estados Unidos, México y Cuba, puso fin al enfrentamiento diplomático y político desatado entre los dos países a raiz de la matanza. El acuerdo condenaba al país al pago de una indemnización de 750 mil dólares, que finalmente la corrupción en el gobierno dictatorial impidió que este se cumpliera.